Últimamente tengo la impresión que la vida pasa muy deprisa, las personas viven muy aceleradas y todo se basa en el hacer, hacer, hacer … Si vives en una ciudad grande y no vives bajo estas premisas, te puedes llegar a sentir arrollado como si un tren te pasara por encima a toda velocidad.

Si haces algún comentario aportando otra manera de hacer las cosas, más conectados con el ser, con la esencia, con el vivir bajo un propósito, con mayor presencia en tu vida, te conviertes en un bicho raro.

Parece que este tipo de vida más plena, solo es compatible en entornos de naturaleza o más rurales.

 

Todo esto se podría quedar aquí y podría generarse o no un debate sobre lo acertado de mis palabras. Sin embargo, la realidad es que cada vez se habla más de autoconocimiento, de desarrollo personal, de gestión emocional, de la importancia de la respiración, de técnicas milenarias como la meditación, el mindfulness o el yoga como herramientas para favorecer nuestra salud física y mental.

 

Hay miles de estudios a nivel internacional donde la ciencia se pone a disposición de neurocientíficos para investigar cómo y de qué manera podemos relajarnos y vivir en estados de calma, serenidad y paz, pero, no como un monje que vive en su monasterio en la montaña, sino como personas que vivimos en ciudades con atascos, jornadas laborales prolongadas y entornos hostiles.

 

De la misma manera que nos formamos en un sector o área definida de un proyecto o tarea, en muchos casos especializándonos en esa labor, cuanto mejor nos conozcamos más fácil va a ser que podamos tomar decisiones acordes a nuestras necesidades y no sentirnos tan desbordados por nuestras emociones.

 

Mi lema es “vive con consciencia, vive con Bienestar” y desde ahí, invito a todo aquel que me está leyendo a que haga un examen de conciencia y valore como es su día a día, el estado de su mente y su cuerpo cuando llega a su casa, si puede descansar bien, si se alimenta de una manera saludable, si tiene algún tipo de adicción ( alcohol, tabaco, drogas, juego, redes sociales, comida, exceso de deporte…), si mantiene relaciones personales sanas, si su toma decisiones está alineada entre lo que piensa, siente y hace o si dedica tiempo a sus hobbies o deportes favoritos.

 

Sinceramente espero que el test salga positivo, a tu favor. Ojalá lleves la vida que deseas, más o menos, pero si te ves muy lejos de ella puedes hacer una reflexión. No se trata de la típica frase de dejar de fumar el día 1 de enero, sino de tomar decisiones que puedas sostener en el tiempo. A lo mejor para ello necesitas el acompañamiento de un profesional, o tomar decisiones previas, o fijar límites o decir que no más veces. Ten en cuenta que el tiempo es un recurso limitado y que ya no es una cuestión del reloj sino de brújula. A veces con un pequeño cambio se mueven muchos obstáculos.

 

No es fácil, yo lo sé porque también estoy en ese camino. A veces miramos al cielo, como yo en la foto, pidiendo al universo, al cielo, a Dios o a quien cada uno tenga en su mente pidiendo una ayudita, que, nunca va mal, pero el trabajo es, de cada uno de nosotros. Te unes al camino de autoconocimiento?

Vanesa Martín Bienestar | Contacto | Autoconocimiento