Terminando el mes de enero. Un mes de comienzos y finales, depende para que. Parece que cuando comienzan los años debemos tener propósitos fijados, objetivos que cumplir, en muchos casos repetidos de años anteriores y que sepamos o no el motivo, aún siguen ahí, sin cumplirse.

Particularmente, cuando leía en diciembre comentarios sobre intenciones y propósitos, me agobiaba un poco el hecho de tener que saber cuál iba a ser el mío para este año. Qué pasa si ahora no lo sé pero me surge la idea en Mayo? Por qué tanta presión con esto? La respuesta es simple: porque hay que guiarnos hacia lo que queremos. Por supuesto, en eso sí estoy de acuerdo. En la presión de tener que hacerlo coincidir con el comienzo de un año, francamente NO.

Los hábitos se crean con el tiempo. Lo mismo sucede cuando queremos deshacernos de un hábito.

El otro día, una amiga me decía que el tabaco le traía problemas con su pareja pero que, al mismo tiempo, ese cigarrito que se fumaba en algunos momentos del día era su momento de relax. Yo desde mi posición de haber fumado, la entendía. Pero, desde el acompañamiento que realizo en personas que quieren instaurar hábitos saludables, lo que la dije, fue algo tan sencillo, como que buscara algo que le gustara o le trajera un estado de serenidad y lo sustituyera. (El ejemplo del tabaco da para mucho, porque detrás hay una creencia generalizada en que es desestresarte y que casi es, la herramienta para la gestión emocional). Entonces ella me contestó que los bollos de chocolate… así que no se si lo había solucionado… Parece algo cómico pero no, surgió así, y claro, no es que no pueda comer bollos de chocolate pero no con cada cigarrillo a sustituir!!!Hay personas a las que las relaja tener 10 minutos para mirar por la ventana, tener un hueco para mirar redes sociales, hablar por teléfono con un amigo, tener tiempo para leerse un capítulo más del libro que tenga de cabecera… En cualquier caso, para saber que “cosa” te lleva a esa situación de calma, de paréntesis, que, a lo largo del día todos necesitamos, conlleva, algunas veces, de autoconocimiento. No se trata de sustituir ese cigarro por hacer cosas para no parar, como poner lavadoras o pasar el aspirador. En algunos casos, se puede utilizar, pero eso no es la solución siempre.

Es importante preguntarse para qué quieres crear ese hábito, qué beneficios quieres conseguir, que esfuerzo me va a llevar, si para conseguirlo necesitas de otras personas o te vales por ti mismo, si cuentas con los recursos para obtenerlo y cuanto de lejos estás de ellos en caso de no tenerlos. Si son hábitos que quieres conseguir por elección propia, por decisión de un tercero o de la sociedad. Eso también ayuda mucho en la motivación para conseguirlo.

Fijar una meta y pequeños objetivos, celebrando siempre cada uno de ellos, agradeciéndonos el esfuerzo que nos está llevando conseguirlo y sabiendo que, algunas veces, vamos a retroceder algún pasito pero que forma parte del camino. Trata de no mentirte y ser plenamente honesto contigo. Si es algo que ya has intentado antes, por qué no funcionó? Pide ayuda si lo necesitas y ten presentes cualidades como la humildad y la vulnerabilidad.  No somos perfectos y no pasa nada si no estamos bien en un momento dado. Levántate y mira tu meta. Establece un calendario, una fecha, pero siempre con flexibilidad.

 A veces los caminos, nos los imaginamos en línea recta, pero luego terminan teniendo muchas curvas, direcciones prohibidas o imprevistos. Aún así la meta continúa estando.

En la foto que comparto hay huellas marcadas. A veces elegimos un camino que ya está hecho, y otras lo iniciamos desde el principio. Esa instantánea la tomé en las dunas de Maspalomas. Es un espectáculo para los sentidos. Veía como el viento iba borrando las huellas marcadas y como, a pesar de la dificultad de caminar en la arena, las personas iban avanzando por un lado o por otro, pero continuaban.

Fijarse metas conlleva muchas veces salir de la zona de confort, enfrentarse al qué dirán si vas por ellas, no sentirse entendido por personas de tu entorno o a veces vivir en una montaña rusa emocional. La meditación ayuda a conectar con tu parte más personal, más íntima. Tener conversaciones contigo mismo en esa parcela de silencio, en un retiro contigo mismo, sin interferencias ni ruidos. Ahí, es donde salen tus verdaderos deseos, más o menos fáciles de conseguir. No busques tus propósitos fuera, busca dentro porque ahí, es donde está la respuesta. Serás consciente de tus miedos, de tus creencias, de tu auto boicoteo, de tu diálogo interno… de todo lo que hace que hasta la fecha no te lo hayas propuesto, a pesar de desearlo o hayas abandonado con anterioridad.

No es tarea fácil, pero se puede. Cuenta conmigo si necesitas un acompañamiento para establecer hábitos saludables en tu vida.

Vive con consciencia. Vive con Bienestar.

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